(218 pág.;
Ariel) (5;
enero de 2013)
Ganas tenía
ya de hincarle el diente a este Orwell, pues desde el lejano 1984 en que me
regalaron, en catalán, el libro del mismo título (y que no pude leer hasta
bastantes años después por el desconocimiento de mi lengua) no había leído nada
más de él.
A pesar de
la imagen, lo he leído en castellano, pues aunque lo tenemos en los dos idiomas
la digitalización impera en el idioma en el que escribo, lo que no ha hecho
desmerecer ni un ápice su disfrute.
Hombre de
una dignidad y entrega que existirían en los inicios del siglo XX y que a
lo largo de ese mismo siglo debieron desaparecer de la faz de la Tierra, pues
no imagino yo que ahora en una situación como la que se vivió en la España de
los treinta hubiera tanta gente que se dispusiera a participar en un conflicto
que ni le iba ni le venía.
Orwell viene
como periodista a Cataluña y al iniciarse la guerra civil se alista como
miliciano y en este libro explica su experiencia como tal y nos describe cómo
era la vida en Barcelona, en el frente de Aragón, las guerras entre los
partidos, sindicatos y el Gobierno de la República. En resumen, todo un gran
fresco de esos primeros meses de la guerra civil que, a pesar de que ya han
pasado setenta años, todavía hoy tiene relevancia en nuestra sociedad.
“En los Cuarteles
Lenin de Barcelona, el día antes de ingresar en la milicia, vi a un miliciano italiano
de pie frente a la mesa de los oficiales.”
eBook: con algunas
interlíneas de más, pero una edición mejor que la del libro de la portada pues
dos capítulos que son disquisiciones sobre lo que se dijo y lo que pasó según
su punto de vista, están como apéndices, por lo que la lectura gana en
intensidad y se diferencia el relato de sus vivencias como miliciano del
artículo periodístico-histórico.
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