(288 pág.; Tusquets) (13; febrero de 2023)
Me lo aconsejó Marisol hace una
eternidad y lo he leído con gusto desde la primera frase.
El narrador, que habla en primera
persona, se caracteriza por tener las ideas muy claras, sabe exactamente cómo
es él y, a pesar de que alguna vez es asaltado por las dudas, tiene la
capacidad de mantenerse en sus trece… por si no se ha equivocado.
Con estos mimbres Landero consigue
crear un personaje único, del que podría salir, más que un libro de menos de
trescientas páginas, una enciclopedia. Hay situaciones hilarantes que son
difíciles de olvidar. Muy recomendable, dados los tiempos que corren.
“No creo pecar
de orgullo, como demostraré a lo largo de mi exposición, si comienzo diciendo
que soy un hombre con ciertas cualidades”.
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