(214 pág.; Austral) (10; febrero de 2022)
Este libro me lo regaló Joel por mi cumpleaños ¡de 2021!
No sé cómo lo hice de mal el pasado año para que haya habido este desorden,
pero este año lo he comenzado con mejor pie, tanto es así, que lo he utilizado para
el CLC de este mes y ha quedado leído, espero, el último libro que me regalaron.
Como obra de teatro que es, en tres sentadas lo lees y,
en la primera me pareció que era una obrilla que no estaba mal pero que no
podía sostenerse por lo increíble de la historia. Nada más acabarla le puse dos
estrellas, es decir, que aconsejaba su lectura a secas. A la mañana siguiente,
mientras me duchaba, me vino a la memoria Pretty woman, de 1990, que la
he visto varias veces y siempre me ha gustado. ¡Ah, amigo!, a la película le
pondrías tres estrellas, pero ¿acaso no es Maribel treinta y cinco años
después? Mi puntuación final para esta Maribel es de muy recomendable.
Con la comparación, y si se ha visto la película, quizá
no haga falta dedicar un párrafo al contenido de la historia, pero rápidamente
diré que un joven provinciano va a la ciudad a buscar una chica moderna que le
saque de su ensimismamiento y formar una familia y, como no hay ninguna más
moderna que aquella que comercia consigo misma, es a una de estas a la que
encuentra primero. Y es aquí donde, al llevarla a su casa y presentarla a su
madre y su tía, te parece que esto no se sostiene, lo que es cierto, pero visto
como un cuento, aprecias toda la carga de profundidad que conlleva el no
prejuzgar a la persona por lo que ha terminado siendo si, ofreciéndole la
posibilidad de dejar atrás el pasado, consigue ser lo que, en principio, ni parecía
ni llegaría a ser. En resumen, es una comedia amable que representada debe
tener más interés que leída.
“Doña Paula.– ¿Qué? ¿Qué
les ha parecido?”