(384 pág.; B de Books) (50; octubre de 2020)
Este libro lo cojo de nuestra estantería virtual a la que
corresponde la letra w sin tener más idea de él que el hecho que lo ha comprado
Marisol y, al cruzármela en el pasillo, le pregunto si lo ha leído y me dice
que lo tiene pendiente. Cruzo los dedos.
Los de la foto de la portada es la familia que presta su
apellido al título del libro: padres y un hijo de cada sexo (de los clásicos,
claro). Los padres se consideran unos artistas del happening
(acontecimiento teatral sin guion o trama, según Wikipedia) e incluyen a sus
hijos en esos montajes, la mayor parte de los cuales y, sobre todo, con el paso
del tiempo, acaban siendo un desastre. Los hijos van creciendo y distanciándose
de sus padres, buscando su lugar según su propia manera de ver el mundo. Y de
eso va la novela que, pese a que no está mal escrita y que tiene un final con
intriga incluida, no creo que vaya mucho más allá. Entretiene lo suficiente
como para darle una oportunidad.
“El señor y la señora Fang lo llamaban arte.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario