(343
pág.; Grijalbo) (34;
junio de 2019)
No conozco a este autor, pero está en la biblioteca, en
la estantería oportuna y el momento indicado. Lo más curioso es que Marisol,
que tiene una portentosa memoria, no tiene conciencia de haberlo leído ni
comprado. Bueno, pues lo estreno yo.
Maimónides
es un apellido que me sonaba, pero del que no conocía nada y este libro explica
a través de una carta, como en las elegantísimas Memorias de Adriano, la vida de este médico y filósofo que nació en
Córdoba hace ochocientos años, cuando esta ciudad alcanzó su máximo esplendor.
A pesar de ser judío trató con musulmanes y cristianos y trabó conocimientos y
amistad con los hombres más sobresalientes de su época.
Yo, que no tengo
suficientes conocimientos de historia, me planteo cuántas veces entre estas
tres religiones se han tendido puentes y se han conquistado los territorios de
unos y de otros sin alcanzar un acuerdo definitivo. En el siglo XXI estamos como
en la Córdoba de Maimónides.
“Soy yo, Moisés el español, desterrado de Jerusalén,
primogénito del fallecido juez Maimónides, quien, a la edad de setenta y cinco
años, expone sus malos pensamientos; los buenos, ya lo sabes, se consignaron en
cantidad de cartas y libros que circulan alrededor de nuestro gran mar interior,
desde Bagdad hasta Narbona, y allende, hasta Tréveris y Coblenza en las orillas
del Mosela y el Rin.”
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