(273
pág.; UCR) (33;
junio de 2019)
Daniela me presta este libro que no encuentro
digitalizado, por lo que cuando acabo el de Nervo que he leído en papel me dedico
a este. Como ya he comentado alguna vez, los de papel los leo antes de
acostarme y no los saco de casa, pues la comodidad de poder llevar el lector en
el bolsillo no tiene precio. Al final me he acostumbrado a tener en la cabeza
dos historias, pero no pueden ser del mismo estilo, como por ejemplo de
intriga, pues entonces sí que no podría seguir ninguna de las dos.
A pesar de que por mi trabajo tengo algún conocimiento de
Costa Rica y que sabía que Don Pepe había sido el que modernizó el país,
desconocía quién era, cómo era su carácter, qué le llevó a la política y a
tomar decisiones como la de prescindir del ejército (¿no es increíble?), por lo
que cogí el libro con ganas y lo leí en las tres noches de un fin de semana. Es
realmente muy bueno, pues no solo informa sino que lo hace con soltura y
abarcando una infinidad de temas.
La autora tenía 21 años cuando se fue de vacaciones a
Costa Rica y, gracias a unos tíos suyos que vivían allí, conoció a Don Pepe,
terrateniente preocupado por mejorar el rendimiento de la producción y la vida
de sus compatriotas. Al cabo de poco tiempo se casaron y, debido a la situación
del país, él comenzó a pensar en dedicarse a la política.
En el libro
se habla mucho de él y sus motivaciones e inquietudes, pero nada de lo que le
llevó a ella a realizar ese viaje y a casarse; tampoco se comenta nada de su
familia norteamericana, salvo al final en el que la visita su hermana. Quizá en
el documental First lady of the
revolution, de 2016, haya algo de información de lo mucho que falta en el
libro en relación a ella.
“De pie sobre la cubierta
del barco, miraba la línea cada vez más precisa de la costa.”
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