(648 pág.; Tusquets) (23; abril
de 2017)
Como me falla el Lanchester y aún estoy en Huesca tengo
que echar mano de uno de la reserva, y lo devoro. Marisol lo compró
digitalizado y en diciembre yo compré un ejemplar para regalar y tuve que ir a
varias librerías, pues estaba agotado y ya se habían publicado varias
ediciones. Me alegro, porque es un libro estupendo que habla de un tema duro y
doloroso en España y en el País Vasco.
Aramburu trata el tema de ETA, la independencia del País
Vasco, los asesinatos de vascos y españoles, los mártires/soldados vascos, las
relaciones entre los miembros de una familia que tiene un miembro en ETA, o
bien, con un familiar que ha sufrido un atentado, las vidas de estos dos tipos
de familias en los pueblos; en fin, esto y mucho más, es tratado de una manera
que llega al lector de una forma en la que se ve incluido en los dramas de cada
uno de los personajes y va comprendiendo que nada era fácil de solucionar. Y
hablo en pasado porque, parece ser, que ETA se ha disuelto y ya no habrá más
atentados.
Dos familias, una docena de personajes principales, una
docena más de secundarios y todo el microcosmos del problema vasco queda retratado en estas seiscientas páginas que más
que leerse se devoran, a pesar de que con cada personaje el tiempo va hacia
atrás y hacia adelante y de las muchas palabras en vasco que aparecen y que le dan
al lector más sensación, todavía, de encontrarse en medio de la trama.
“Ahí va la pobre, a romperse en él.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario