(117 pág.; Emecé) (19;
abril de 2017; en Huesca) (Premio
Nobel 1951)
¡Qué difícil es encontrar un libro de este autor! Lo que
demuestra que ninguna fama es bastante, que el paso del tiempo todo lo borra,
pero… ahí está la gente que digitaliza libros y los cuelga en internet. A lo
mejor eso es lo que se encontrarán esos seres de otros mundos a los que nos
empeñamos en dejarles aquí y allá objetos creados por nosotros. Pero vayamos
con Ahasverus.
Un hombre llega a un albergue en el que están alojados
muchos peregrinos y allí se encuentra con dos personas muy singulares: un
hombre, que dice no ser peregrino; y una mujer, que vive de ellos y que acusa a
aquel de haber sido quien la pervirtiera. A la mañana siguiente, cuando los
peregrinos se marchan, los tres juntos inician su peregrinaje.
En una pequeña entrada se explica que este relato está
exento de artificios retóricos, que muestra la preocupación de Lagerkvist por
los temas vinculados al orden metafísico y que, a través del simbolismo del
judío errante, el lector descubre el sentido al término del libro. Yo no tuve
esa suerte, aunque me gustó.
“A un albergue para peregrinos que van a Tierra Santa llegó
una noche un hombre que parecía perseguido por los relámpagos.”
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