(306 pág.; eBook) (34; septiembre de 2014) (Premio Nobel 1998)
Una nueva historia que leo de la
pluma de Saramago y nuevamente aconsejada por Marisol, que siempre va por
delante. Es la tercera y, de las tres, la más difícil de leer y la que menos me
ha gustado, a pesar de que considero que es una lectura muy recomendable.
La dificultad de su lectura estriba,
a mi entender, en que es una historia kafkiana: un empleado del Registro Civil
colecciona fichas de famosos y un día se adhiere a una de ellas una ficha de
una persona desconocida… y le da por saber de su vida y demás.
Las
descripciones del Registro, de su estamento, del trabajo que realizan, de cómo
es el personaje principal y su forma de actuar, etc., son totalmente de
Saramago: un placer leer la prolijidad, la inventiva y aquellas palabras que
deja sueltas, como al azar y que te hacen sonreír. Aunque como he dicho, la
obsesión que le entra al sujeto por saber de esa desconocida es desquiciante,
por lo que la historia hace que el lector, por lo menos en mi caso, no disfrute
tanto: una manera de hablar, teniendo en cuenta que una de las otras novelas
que leí es Ensayo sobre la ceguera.
“Encima del marco de la puerta hay
una chapa metálica larga y estrecha, revestida de esmalte.”
eBook: perfecto. Amazon
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