(110 pág.; Alianza) (40; julio de 2023)
Este mes ha sido Anna la que ha elegido este libro para
el CLC y con él cumplimos los tres años. Aunque se lo regalé yo, si no estoy
equivocado, me parece que su gusto por los clásicos es muy exquisito. No
obstante, cualquier excusa es buena para acercarnos a ellos, más si no se ha
leído nada del autor en cuestión, como es mi caso.
La introducción, que leo antes del
texto con el riesgo de que me cuente más que lo que escribió Eurípides, es muy
buena y, dado lo poco que anticipa, vale la pena saber qué piensa el traductor
de su trabajo y que explique qué decisiones tuvo que tomar. Pocas veces se
encuentra algo de esta calidad.
La historia que nos cuenta Eurípides
es el destino de las troyanas que no murieron en la guerra de Troya. Han sido
repartidas entre los griegos y se van a ir con ellos como trofeos de guerra.
Ellas se lamentan de que, habiendo sido quienes eran, ahora se tengan que
conformar siendo poco más que esclavas de los que asolaron Troya, por culpa de
una griega que abandonó a su marido. Interesante defensa la que arguye Helena para
demostrar que ella también es una víctima más y no la culpable de tamaña
desgracia. Lectura imprescindible.
“POSIDÓN Yo, Posidón, / vengo de las saladas
profundidades / del mar Egeo / donde los coros de las Nereidas / despliegan los
bellísimos pasos de sus danzas”.