(649 pág.; Salamandra) (77; noviembre de 2022)
Marisol leyó este libro el pasado año y me lo recomendó,
a pesar de que había dejado Libertad, así que lo puse en la lista y le
llegó su turno. Parece ser que es un autor de éxito pero, aunque no quiero
perder tiempo en ello, me gustaría saber qué se piensa de él en Estados Unidos
y, sobre todo, en el Medio Oeste, que es donde suceden sus historias, pues esta
zona no queda muy bien parada.
En esta, la familia está compuesta por los abuelos, él
rozando la senilidad, ella un incordio constante; tres hijos, solo uno con hijos,
aunque estos no cuentan mucho. Los tres hijos, cada uno en su estilo, le dan a
la historia hojas y hojas de buen entretenimiento. Franzen sabe cómo ir creando
una red de tupidas relaciones que va creciendo a medida que los capítulos,
dedicado cada uno a un personaje distinto, aumentan su número. Puede parecer un
libro largo, pero su lectura se hace muy amena.
“La locura de un frente
frío que barre la pradera en otoño”.
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