(327 pág.;
Tusquets) (55; agosto de
2022, en Fitero)
No sé de dónde he sacado la recomendación de este libro ni
porqué se ha colado a tantos otros que estaban antes que él, pero me lo he
pasado muy bien leyéndolo. Este es el segundo tomo (tal como se indica en la
portada del libro) que dedica Reig a la literatura hispanoamericana, es decir, aquí
aparecen los autores de los siglos XIX y XX, por lo que, algún día, leeré el
primero.
Puede que lo que se explica en este libro no sea verdad del
todo pero, en cualquier caso, sería muy posible: los personajes creados son la
familia Belinchón, como base de la historia y aglutinadora de la misma (como
los Buendía de Cien años de soledad). Esta familia, todos con ínfulas de
literatos, se va encontrando y codeando con los mejores escritores en lengua
española de los dos últimos siglos y conociendo los entresijos que nosotros, ávidos
y devoradores lectores, desconocemos y que este libro nos permite conocer y
disfrutar. Impagable la idea de que las generaciones de escritores se van
devorando unas a otras y su parangón con las especies animales.
Una pega que le pongo a la historia son el capítulo
inicial (la parte onírica) y el último (como final con fuegos de artificio) que
podrían querer parecerse a la inmortal novela mencionada en el párrafo anterior
pero que, a mi gusto, se salen de madre. Si nos hubieran enseñado literatura de
esta manera habríamos aprendido mucho más (por lo menos los que eran como yo,
que no aprendí mucho y me arrepiento ahora… medio siglo más tarde). Para
devorarla.
“Pocos
son los aspectos del canibalismo que no hayan recibido ya la atención de los
especialistas.”
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