(433
pág.; Anagrama) (38;
julio de 2019; leído en Tenerife)
Marisol me lo regaló en Reyes, pero se me coló y hasta
ahora no lo he leído. Esta novela , basada en hechos reales ocurridos hace sesenta
años, ganó importantes premios literarios y, si no es Vilas, es el escritor de
la introducción que aparece en el libro digital que he conseguido el que considera que
es la mejor novela del autor.
Galíndez fue un representante del gobierno vasco en el
exilio después de la guerra civil española. Llegó a tener contactos en la ONU,
el FBI y la CIA, al igual que los tenía con dictadores del estilo de Trujillo,
es decir, jugaba todas las cartas que le permitieran conseguir su objetivo que
era el derrocamiento de Franco o la independencia del País Vasco. Una buena
novela histórica que nos toca muy de cerca y en la que aparecen muchas personas
de las que hemos oído hablar en nuestro tiempo.
La
narración es enrevesada, pues son seis los personajes que hablan, pero unos en
el presente y otros en el pasado y Vázquez juega en los inicios de los
capítulos sin aclarar al principio cuál de ellos es. La “confesión” de Trujillo
me ha parecido lo mejor, pues sin necesidad de criticarlo queda totalmente
retratado. Solo me queda por recomendar, a los que aún les quede estómago, que
sigan con La fiesta del chivo de
Vargas Llosa, donde el protagonista principal vuelve a ser Trujillo que, ojalá,
solo hubiera sido un personaje de ficción.
“”En la colina me espera… en la colina me espera…””
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