sábado, 11 de noviembre de 2017

Raymond Chandler: Adiós muñeca (**/***)

(307 pág.; Bruguera)                                     (60; octubre de 2017)
Podría decir de esta novela lo que dije de la primera que leí de este autor: no me acodaba de la película, la trama es rebuscada, Marlowe es mordaz hasta la médula y, como la anterior, es una lectura muy recomendable. No hay duda de que Chandler era un hombre culto y en esta novela, su segunda, también muestra que estaba interesado por la situación social del momento, como se puede apreciar en la frase con que se inicia la historia y que está al pie de la foto.
Un hombre gigantesco sale de prisión después de haber cumplido su condena y va al garito en el que, años atrás, trabajaba su novia. Nada más entrar ve a un hombre negro en el local y lo echa lanzándolo a través de la puerta. Marlowe, que pasaba por allí en ese momento y ha visto al gigante y lo que ha hecho, decide entrar e ver qué más puede suceder y ello le va a llevar a tener que descubrir dónde se encuentra la “muñeca” que fue novia del excarcelado y luchar por defender su vida, pues el pasado aparece subrepticiamente en el presente y afloran intereses que estaban aletargados.




“Era uno de esos bloques de Central Avenue, salpicados de blanco y negro, en realidad los negros aún no lo habían invadido del todo.”


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