(236 pág.; Austral) (39;
julio de 2017; en Huesca)
He visto la obra de teatro (Flotats), tres de las
películas que se han hecho (Ferrer, Martin y Depardieu) y ya había leído el
libro, pero como no lo tenía se lo pedí a Anna por mi cumpleaños, y así lo he
vuelto a disfrutar.
Será raro que alguien no haya oído hablar de Cyrano, el
de la gran nariz, pero a lo mejor también será raro que sepa que este narizotas
no fue un personaje de ficción sino que fue un escritor y considerado precursor
de la ciencia ficción (Historia cómica de
los Estados e imperios de la Luna) de la que Rostand extrajo las ideas de
cómo llegar de la Tierra a la Luna que aparecen en su obra de teatro.
Cyrano (el personaje) es un espadachín pendenciero, poeta
y soñador que está enamorado de su prima Roxana, pero a la que no se atreve a
declarar sus sentimientos debido a la fealdad de su rostro. Roxana está
enamorada de Cristian, cadete que va a parar a la compañía de Cyrano, por lo
que ella le pide a su primo que cuide de él. Este, enamorado a su vez de ella,
le pide a Cyrano que le escriba una carta para ella. El éxito de la carta hará
que Cyrano hable a su prima por la boca de Cristian sin que la nariz sea un
impedimento visual.
“Portero.
(Persiguiéndole.)
Alto ahí.”