sábado, 4 de febrero de 2017

Milan Kundera: La insoportable levedad del ser (***)

(336 pág.; Maxi Tusquets)                 (4; enero de 2017)
En otra mesita de noche, hace unos treinta años, se quedó este libro por leer. En aquella época yo leía muy poco y este libro no era de mi estilo. Y así se quedó: en los inicios.
Por eso lo he querido recuperar y comprobar si me gustaba (ahora) o seguía sin ser de los que aconsejo. Está claro, por las tres estrellitas, que me ha gustado. Pero quizá hay que tener una cierta edad o un sentimiento que yo no tuve (a saber si lo tengo ahora, la edad ya sé que sí) para encontrar la belleza y la profundidad que transmiten sus líneas. Aparte de la lección de historia que apenas recordarán los que no tengan más de sesenta y largos años.
El camino de un médico se cruza con el de una dependienta y la historia con ellos dos: la Primavera de Praga. Kundera nos hace vivir y sentir sus amores, sus desencuentros y sus temores. Y el sentir de un pueblo aplastado por el ejército ruso dirigido por sus intransigentes élites.




“La idea del eterno retorno es misteriosa y con ella Nietzsche dejó perplejos a los demás filósofos: ¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito!”


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