(369 pág.; Tusquets) (28;
abril de 2015)
Me pasé la mitad de la novela deseando dejarla y si no lo
hice, supongo que fue porque no creo que esté mal escrita, a pesar de que le
sobran páginas y de que la idea central es irreal, muy irreal, en el día de
hoy, o en el tiempo en el que llamar desde una cabina de teléfono costaba
dinero y/o la incomodidad de llevar suelto o fichas especiales.
Un administrativo sin más esperanza que la de seguir
siéndolo trata con un comercial de su empresa por teléfono. Este, que ya no
tiene ninguna esperanza, cree que el administrativo tiene todas las virtudes
del mundo y alguna más. El administrativo intenta negarlo, pero se deja
engatusar y, como ayuda para su interlocutor, empieza a crear y creer un mundo
irreal en el que él es alguien muy conocido e importante. Tanto es así, que
hace todos los posibles para que esa apariencia se convierta en verdadera
realidad. Y algo consigue.
La historia como un relato largo habría sido consistente,
como una novela de casi cuatrocientas páginas no se sostiene.
“La mañana del 4 de
octubre, Gregorio Olías se levantó más temprano de lo habitual.”
eBook: perfecto. epublibre
No hay comentarios:
Publicar un comentario