(155 pág.; Lumen) (39;
septiembre de 2014)
El tió del Manel me trajo este libro, de bellísima
confección y hechura: con sobrecubierta, letra grande y ¡tres cintas de colores
diferentes para usar como puntos de lectura! Esto es para destacar la parte
material y ahora la inmaterial.
Creía que era una novela pero en la primera línea ya me
di cuenta de que estaba equivocado, pues es un ensayo sobre el porqué la
literatura y la mujer han estado separadas durante milenios, y Virginia Woolf,
como si no lo supiera o creyera, nos va llevando de la mano con ejemplos de
autores que “explican” porqué la mujer no puede escribir; con ejemplos de
mujeres que sí escribieron, pero con qué sacrificio o con qué limitaciones; y
uno, que no se había parado a pensar en esas cosas, se lee el libro entero y se
alegra que el autor del mismo sea una mujer y tenga la capacidad de explicarnos
eso que no sabíamos, a pesar de tanto convencido de que eso no podía llegar a
ser.
No quiero negar que alguna página no se haga pesada, pues
al fin y al cabo toda la obra sólo habla de la mujer en la literatura, pero el
resto es tan interesante, tan ilustrativo y está tan bien explicado que vale la
pena aguantarlas y enterarse del valor que tiene “un cuarto propio”.
“Pero,
dirán ustedes, nosotros le pedimos que hablara sobre las mujeres y la novela,
¿qué tendrá eso que ver con un cuarto propio?
eBook: perfecto. tomalibros
No hay comentarios:
Publicar un comentario