(221 pág.; Salamandra) (38;
septiembre de 2014; en Huesca)
La enésima obra de esta autora que Marisol compra y que
yo obediente y con gusto leo: una de
las mejores de ella. Por añadidura, es autobiográfica en buena parte.
Trata de la vida de una niña rusa, con una madre que no
está por ella ni por su marido, que descubre en la pubertad los poderes que la
Naturaleza le ha dado y que se ha decidido a usar. No digo contra quien para
que sea el lector el que lo vaya descubriendo paulatinamente. De fondo, como
casi siempre en sus obras, la Revolución Rusa y las tribulaciones que ocasionó
a los que tenían bienes.
El párrafo anterior no le hace ninguna justicia a la
novela, pues sólo describe alguna de las acciones que suceden en ella. Lo más
importante de la historia es cómo está contada, los sentimientos de la niña,
cómo va creciendo tanto física como anímicamente; las descripciones de la
riqueza de sus padres, de cómo la obtienen, de cuál es el costo que por ello
paga toda la familia; de los viajes que realizan por placer o porque tienen que
huir; de las circunstancias vitales del resto de personajes sin importancia que
aparecen en la historia; en resumen, el sinfín de cosas que siempre pueblan
estas cortas novelas de Némirovsky y que la hacen tan singular e interesante.
“En la región del mundo
donde había nacido Elena Karol, el atardecer se anunciaba con una espesa
polvareda que giraba lentamente en el aire y luego volvía a posarse en la
tierra con el relente nocturno.”
eBook: perfecto. llermania
No hay comentarios:
Publicar un comentario