(leídas 39 pág. de 149; El País) (10; marzo de 2014) (Premio Nobel 1977)
Ya he leído veinte libros desde el
último que leí de poesía y me apetece volver a hacerlo, pues recuerdo que
cuando le dieron el Premio Nobel a Aleixandre no sabía quién era. Ya es hora de
conocer su obra y la cojo con ganas.
Y la dejo rápidamente. En la página
17 ya no podía seguir. Me esforcé un poco más y lo dejé. Usa las mismas
palabras que yo uso, aunque seguro que él mejor, pero las frases que construye
y las ideas que transmite no las entiendo, no comprendo qué dice o qué quiere
decir, y estoy firmemente convencido que el problema es mío, faltaría más. Por
no entender no entiendo ni el título.
Pero se va al dique seco. Está claro que leer poesía no es lo mío y menos si es surrealista. Mala suerte. Veremos qué nos depara el destino de aquí a veinte libros más. Yo no desespero.
Pero se va al dique seco. Está claro que leer poesía no es lo mío y menos si es surrealista. Mala suerte. Veremos qué nos depara el destino de aquí a veinte libros más. Yo no desespero.
“Allá por las remotas
luces o aceros aún no usados,
tigres del tamaño del odio,
leones como un corazón hirsuto,
sangre como la tristeza aplacada,
se baten con la hiena amarilla que
toma la forma del poniente insaciable.”
La
selva y el mar
eBook: correcto, aunque no hay
separación entre un poema y otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario