sábado, 12 de abril de 2014

Honoré de Balzac: El coronel Chabert (**)

(198 pág.; Debolsillo)                                    (12; abril de 2014)
En Los enamoramientos Javier Marías hace que sus personajes no dejen de mencionar esta obra, lo que me creó una gran curiosidad de leerla y Anna me la regaló esta Navidad. Sin ahondar en detalles que cualquiera que esté interesado podrá obtener, no quiero dejar de mencionar que la editora del libro (Reino de Redonda) es de Marías, así como una isla (si no estoy equivocado) con ese nombre, y él es la máxima autoridad de ese Reino. Curioso.

Hablando de un cargo menos importante, pongamos un coronel, y concretando en este que nos ocupa, es dado por muerto en una batalla y certificada su muerte por dos médicos de Napoleón, por lo que se inscribe el deceso… y la vida sigue; es decir, su viuda se casa, tiene dos hijos… y entonces aparece un viejo que dice ser ese coronel. El inicio del relato es interesante porque transcurre en el despacho de un procurador y Balzac describe con mucho detalle la vida que allí se desarrolla. La historia en sí es interesante, pero la sensación producida por la novela de Marías era más intensa que la leída en el original, por lo que no me ha llenado todo lo que esperaba.

Los otros relatos están en franca consonancia con este, es decir, explican historias que son inimaginables o, francamente, imposibles, pero están tan bien escritas, tan bien conseguida la atmósfera de la historia, que se leen con gusto y se disfrutan, salvo, quizá la última, que en algunos pasajes es más filosófica.

Está claro que el fallo de la historia del coronel no fue de Balzac ni, quizá, de Marías, sino que para una vez que imagino algo lo supongo más intenso que el original, por lo que el fallo sólo puede haber sido mío.




“Vaya, ¡otra vez nuestro viejo carrick!”

eBook: con algunas faltas y sólo la obra que da título al libro.


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