(368
pág.; eBook) (60; noviembre de 2012) (Premio Nobel 2012)
Con
la concesión del Premio Nobel a este autor me enteré de su existencia (como
ocurre normalmente) y al ver que sus historias podían interesarme leí esta tan
pronto como pude. Y no me defraudó en absoluto.
Real
o no, aunque tiendo a pensar que sí lo es, la novela describe la vida en un
pueblo dedicado a la producción del ajo porque el gobierno local ha prometido
comprar todo lo que se produzca y, además, les ha dado más permisos de siembra
(esto último sorprende bajo nuestro punto de vista de libertad de elección).
Aunque este es el tronco principal de la historia, en las ramas van apareciendo
como era la vida en China hace (sólo) treinta años: inconcebible nuevamente
para nosotros. Ejemplos: se tuvo que publicar una ley prohibiendo a los padres
pegar a sus hijas adultas (y muchos de ellos no estaban de acuerdo); la hija
podía ser moneda de cambio para casar a un hijo poco agraciado; cualquier
mequetrefe de un ayuntamiento tenía poder suficiente como para atemorizar a un
civil, etc.
Si la
novela fuera envuelta en pieles de ajo no olería más que lo que huele debido a
las cuidadosas, repetidas y constantes descripciones de la textura, forma,
densidad, color, sabor y olor de dicho condimento. No quiero dejar de mencionar
las veces que se hablan de los piojos ni de las escenas de la cárcel, pues son
muy vívidas.
Pero
en resumen ajo, mucho ajo y una obra interesante y muy recomendable.
“¡Os ruego que escuchéis, queridos conciudadanos, el
relato de Zhang Kou sobre el mundo mortal y sobre el Condado Paraíso!”
eBook: no estaba a
la venta. http://www.quedelibros.com/