sábado, 4 de junio de 2011

Marcel Proust: En busca del tiempo perdido – 1. Por el camino de Swann (**/***)

(503 pág.; Alianza Editorial)                                      (38; agosto de 2010)
            Como en el caso anterior, este libro era una deuda pendiente, pero había oído hablar tanto de él, en el sentido de su dificultad o pesadez, que no me atrevía.
            No voy a decir que se pueda recomendar a cualquier lector, pues aunque seguro que está muy bien escrito y es muy importante dentro de la literatura universal, hay que cogerlo con muchas ganas y no desanimarse ante el aluvión de palabras que llega a encontrar para describir cualquier cosa: objetos, flores, situaciones, ya digo, lo que sea puede ser descrito utilizando decenas de palabras.
            Además de la enorme cantidad de descripciones que hay en él, están los personajes: el narrador, un niño que se pasa el día soñando con el momento en que su madre irá a darle el beso de buenas noches y que cuando no lo recibe se deprime hasta límites insoportables (esto entre otros rasgos de carácter muy particulares), y el propio Swann, personaje al que se le dedican unos cientos de hojas para relatar sus desafortunados amores o sus cenas con unos amigos que pasan de desear su compañía a menospreciarlo sin dejarle que les acompañe en sus cenas diarias. Además de lo que acabo de describir hay situaciones y vivencias muy particulares.
            Aunque pueda parecer lo contrario no me disgusta haberle dedicado el tiempo que cuesta leer sus quinientas páginas, y tengo en cartera la segunda de las siete partes de las que se compone la búsqueda de ese tiempo que ya no volverá, ni para sus personajes ni para sus lectores.      (dic-10)


“Mucho tiempo he estado acostándome temprano.”

eBook: sí.


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