sábado, 26 de marzo de 2011

Robert Graves: El sello de Antigua (**)

            (331 pág.; 8’95 €; Edhasa)                                            (16, abril de 2010)
            Supe de la existencia de este autor cuando se emitió en televisión Yo, Claudio, que está basado en dos de sus libros. Estuvo viviendo en Mallorca más de cuarenta años y plantó un árbol en la entrada de su casa que, al crecer, provocó la inutilidad de la puerta principal y que todo el que fuera a verle entrara por la cocina. Me parece un gesto muy respetuoso y coherente consigo mismo.
            En cuanto al libro que nos ocupa, he de decir que encuentro en él tres partes: la primera, que es una delicia, y que trata de las guerrillas entre un hermano y su hermana menor por la colección de sellos del primero. Todo aquel que haya tenido una hermana y/o haya coleccionado sellos lo disfrutará mucho. La segunda parte transcurre cuando ya son adultos y siguen sus peleas, pero a mi gusto no tiene el encanto de la primera. Y la última parte, menos divertida que las dos primeras, es un tratado sobre la diferencia entre la propiedad y la posesión, por otro lado muy interesante e instructiva.
            En nuestro acervo cultural hay tríadas de palabras bien conocidas por todos: “vini, vidi, vinci”; y sin tener en cuenta la conjunción, “Santiago y cierra, España” y “Católica, Apostólica y Romana”. Después de leer este libro nadie olvidará “Antigua, penique, burdeos”.




“«Antigua, penique, burdeos.»”


eBook: sí.                    http://filecloud.io/files.html


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