domingo, 7 de marzo de 2021

El Erudito de las Carcajadas: Jin Ping Mei (***)

(1.180 pág.; Atalanta)            (8; marzo de 2021)

No recuerdo dónde leí, ni cuándo, la reseña de este libro, ni tampoco sé porqué me atraen tanto los libros poco conocidos y los volúmenes de más de mil páginas, pues de estos últimos llevo leídos más de veinte, y aún tengo un par o tres pendientes. El caso es que esta primera parte ya ha caído, a pesar de la dificultad de leerlo fuera de casa por el peso y con el inconveniente, además, de que ahora no se puede ir a ningún sitio. Así y todo, ha sido una lectura muy entretenida, enriquecedora y me ha sorprendido el que me haya podido aclarar con los nombres, apellidos, sobrenombres y otras formas de nombrar a las personas. Todo un reto para mí.

Voy a intentar explicar someramente de qué va la historia: el joven protagonista, veinteañero, casado y con tres concubinas es, sexualmente hablando muy inquieto por lo que no pierde ocasión de salir con los amigos a los centros de placer ni de subyugar a toda joven, casada o no, que vea con buenos ojos. Además, es capaz de cualquier tejemaneje mientras el obtenga algún beneficio. Todo ello con una sonrisa en los labios y en los de su entorno. El grupo de concubinas crece y, aunque alguna le sale respondona, en su casa hay buen ambiente. Los agasajos que recibe, como los que ofrece, son pantagruélicos y muy selectos. En este libro se cuentan cien peripecias de los innumerables personajes que aparecen. Algunos párrafos son pornográficos, aunque la mayoría de ellos son metáforas que nada nos dicen.

El libro fue escrito anónimamente a finales del XVI, y pasado de unos letrados a otros clandestinamente, hasta su publicación en la segunda decena del XVII y está considerado la primera novela china, al igual que el Quijote en español, con el que tiene ciertos puntos en común, aparte de la de su aparición: antes de la novela propiamente dicha aparecen prefacios y poemas; el final de cada capítulo tiende a indicar cuál es el proceder correcto a través de un verso y, aunque no lo podamos apreciar, la historia que narra es una crítica a las situaciones que se daban en su tiempo.

Otra cuestión es la de la traducción y todo el juego de palabras que encierra el idioma chino, baste como ejemplo el siguiente: “…no eres más que la niña que vuelve a fruncir diez veces los labios.”, es decir, juntando los cuatro caracteres de la frase anterior se forma la palabra “esclavo”, que es lo que se le está diciendo… y así hasta disfrutar mil doscientas páginas.





“En mi humilde opinión, el Erudito de las Carcajadas de Lanling ha compuesto la historia de Jin Ping Mei para registrar las costumbres de su tiempo, sobre las que tiene algo que decir.”

Escrito por el Maestro del Regocijo “Prefacio a Jin Ping Mei en verso y en prosa”



No hay comentarios:

Publicar un comentario