(414
pág.; La esfera de los libros) (15;
abril de 2019)
Anna me regaló este libro para San
José y, como no lo puede encontrar en digital sin costo, lo leí antes de ir a
dormir, que es cuando me dedico a leer libros que no puedo leer en el lector y
así me ahorro tener que cargarlos fuera de casa. Hace cinco años que leí de
esta misma autora El origen perdido
que me pareció más interesante que este, aunque es de aventuras también, porque
en Sakura la información que envuelve
a la historia me parece muy cogida por los pelos, aunque quien la lea conocerá
aspectos de la pintura japonesa y del propio Van Gogh y algunas ideas básicas
sobre cromatismo que, a alguien como yo, nunca le sobran.
Media docena de personas son
contratadas por un japonés que quiere localizar un cuadro de Van Gogh que se da
por desaparecido. Les explica el porqué de su interés y les ofrece una
importante cantidad de dinero. Para ello tendrán que ir recogiendo la
información que el último propietario de dicho cuadro fue desperdigando aquí y
allá. Y así comienza una aventura plagada de pruebas que hace que la historia
no sea todo lo interesante que pudiera haber sido con otro planteamiento.
“Llegué al 14 de la rue Clauzel de París con una
desagradable sensación de inseguridad y con muchas ganas de darme la vuelta y
de salir corriendo.”
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