(163 pág.; Booket) (9;
febrero de 2017)
Tengo a Auster en barbecho y lo rescato para leer el
primer libro de su conocida Trilogía de
Nueva York, y se salva por los pelos y por dos razones concretas:
· - me parece gracioso que el personaje principal de
la novela sea un escritor que escribe novelas de detectives y que reciba una
llamada pidiendo por el detective Paul Auster y eso le haga convertirse en el
detective que necesita la persona que le llama
· - la disquisición que se encuentra casi al final
de la novela sobre quién fue el verdadero autor del Quijote que es una vuelta
más a la idea que tuvo Cervantes y que tiene relación con el párrafo anterior.
Lo mejor de la novela, sin duda, las tres páginas en las
que habla de la obra de Cervantes.
“Todo empezó por un
número equivocado, el teléfono sonó tres veces en mitad de la noche y la voz al
otro lado preguntó por alguien que no era él.”