sábado, 24 de enero de 2015

José M. Gironella: Los cipreses creen en Dios (**/***)

(780 pág.; Círculo de Lectores)                     (3; enero de 2015)
Hacía ya mucho tiempo que quería leer esta novela, y cuando digo tiempo quiero decir años, pero no había encontrado la ocasión, pero ahora ya no había excusa: estaba en el estante adecuado en el momento oportuno. Marisol, que la había leído en su adolescencia, recordaba el nombre y los apellidos de los personajes principales. Yo los voy a escribir a continuación, pues en caso contrario el mes que viene no recordaré ni el título.
La familia Alvear-Elgazu está formada por el matrimonio Matías y Carmen y sus hijos Ignacio, César y Pilar y las dos familias de las que proceden están repartidas por el País Vasco, Madrid y Castilla-León, según la configuración actual de España. Una treintena de personajes más, entre los que figuran los profesores de Ignacio, compañeros de la oficina del banco en el que trabaja, los comisarios, sacerdotes y  militares de la ciudad, gente notable de la misma, obreros y políticos dan cuerpo a esta novelada historia de España, que va de los años 31 al 36. La ciudad que acoge a los personajes, y que el autor indica al principio que representa al conjunto de la nación, es Gerona y allí es donde se recogen los sucesos que acaecieron a lo largo de esos años en la Península.
Yo creo que la novela va de más a menos: al principio me pareció una crónica periodística construida a base de frases cortas y que no hacían que me sintiera interesado en lo que me iban explicando, pero a medida que avanzaba la historia, y quizá influenciado por la situación actual tanto de España como de Cataluña en concreto, y con el ligero recuerdo de lo que ya había leído en relación a lo sucedido en los años treinta durante la República, se fue abriendo ante mí un escenario como no había visto hasta entonces en el veía representados todos los intereses, temores, deseos y medios de conseguir lo que cada uno se proponía.
Gironella consigue con estas 800 páginas, que según él no pudo acortar, que se entienda, de una manera más amena que lo que se puede encontrar en un libro histórico o de historia, porqué el pueblo tenía armas en esa época y porqué las utilizó de forma fratricida contra sus propios vecinos.




“En una de las casas más antiguas de la orilla derecha del río, primer piso, vivían los Alvear.”

eBook: correcto.                                            epublibre


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