sábado, 15 de febrero de 2014

Ian Fleming: Diamantes para la eternidad (**/***)

(229 pág.; eBook)                                          (5; febrero de 2014)
Cada semestre releo algún libro de los que me gustaron en mi adolescencia o mi juventud y encuentro que es una lectura muy gratificante, pues hasta ahora lo releído me ha parecido tan bueno como tenía en el recuerdo. Por ejemplo: El conde de Montecristo, Shogun o Julio Verne. En esta ocasión le ha tocado a Ian Fleming y, en lugar de releer una de las muchas que leí en mi adolescencia, he preferido leer estos Diamantes… y así pulsar qué sensaciones me producía este autor que había sido uno de mis favoritos antes de los quince años.
Y ha sido un acierto pleno, pues aunque ya no puedo recordar el tono de las novelas que leí de James Bond, esta en concreto me ha parecido una estupenda novela negra, totalmente alejada del estereotipo visual que tenemos de este personaje, siendo una historia más cercana a las de policías y ladrones que a la del espía ludópata y sexualmente desenfrenado. Tanto es así, que a medida que se va leyendo la novela tienes que hacer esfuerzos para creer que el personaje principal de la novela es Bond, James Bond y no cualquier otro que hubiera salido de la pluma o máquina de escribir de Gardner, Chandler o Cain.
Y para demostrarlo un sucinto párrafo: Bond es encargado de deshacer una banda mafiosa norteamericana de traficantes de diamantes y para ello se infiltra en la organización llevando un valioso cargamento de Europa a Estados Unidos y conocer in situ quiénes y cómo desarrollan la delictiva actividad. Obviamente, nada que ver con el casete en la braga del biquini de Jill St. John que aparece en la película, nada que ver.


“El gran escorpión pandinus emergió, con un crujido seco, de debajo de la roca.”

eBook: perfecto.                                            epubgratis






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