domingo, 10 de marzo de 2013

Saul Bellow: Carpe Diem (**/***)


(120 pág.; eBook)     (69; diciembre de 2012)        (Premio Nobel 1976)

Dice Marisol que tengo una cierta predilección por la música triste o melancólica, lo que es cierto, aunque a mí me parece que ese tipo de música, además, expresa unos sentimientos a flor de piel, sin ambages, y que a mí me gusta sentir. Aunque comprendo que no es bueno para mi salud mental tal grado de emoción constante.

También he detectado que me atraen las historias de gente normal (¿perdedores?) que expresan o muestran su incapacidad para salir de su entorno o sistema de vida, aunque estoy convencido que a la mayoría de personas les pueden parecer opresivas. Como ejemplos de esto yo pondría Opiniones de un payaso de Böll (50; octubre de 2012), La tregua de Benedetti (45; septiembre de 2012) o, incluso, La promesa de Dürrenmatt (64; diciembre de 2011).

A esta lista ya puedo añadir Carpe Diem: un joven que ha dejado su trabajo porque considera que lo han tratado injustamente se encuentra acosado por su padre que desearía que fuera un triunfador y por un conocido suyo al que sigue a pies juntillas. Tanto es así, que lo poco que tenía ahorrado lo ha invertido en la bolsa siguiendo sus indicaciones y sin poder venderlo para no demostrar que no tiene carácter o que no confía en los conocimientos de los que constantemente hace gala dicho amigo.

El lector hace suya la sensación de claustrofobia que padece el protagonista.




“Cuando se trataba de ocultar sus dificultades, Tommy Wilhelm era tan capaz como cualquiera.”

eBook: con algunas faltas de edición.



No hay comentarios:

Publicar un comentario