sábado, 11 de diciembre de 2010

Néstor Luján: La cruz en la espada (*)

(245 pág.; 12’02 €; Planeta)                      (9, no leído en agosto de 2009)
            Quería leerlo para enterarme de cómo acabó sus días Quevedo, pero lo interesante ya está dicho en las primeras páginas. Dejé de leerlo en la página 125. Esperaba algo más de Luján.
No recuerdo en que página la lluvia “era una pura maravilla” (¿acababa de salir del cine de ver My fair lady?) y el punto en el que lo dejé fue este: “Don Hugo le rogó que tomara asiento, ordenó a Helmut que trajera el mejor vino de sus pagos, pues sabía de antiguo la afición que el francés tenía por los vinos generosos siendo como era de familia borgoñona, y le rogó que tomara asiento”.
Es decir, el libro no lo leyó su autor, ni su editor, ni su corrector (si lo hubo) y yo no lo terminé.


No hay comentarios:

Publicar un comentario