(220 pág.; Lumen) (78; noviembre de 2023)
Jesica me regala este libro por mi
cumpleaños porque su autora es una de las que más le gustan. Al poco de empezar
a leerlo pienso que no me extraña lo anterior: tengo la sensación de estar
leyendo algo escrito por la propia Jesica, tanto por el tono general, como por
encontrar siempre el adjetivo más crudo o visceral.
A la vista de las estrellas que
figuran más arriba, no hace falta decir que me ha gustado mucho, aunque quizá
más los dos primeros tercios que el último, en el que un descubrimiento lleva a
la protagonista a tomar una decisión y la narración cambia de objetivo.
Al final de la novela se explica que
la historia no es verídica, sino que se nutre de la realidad sin llegar a serlo:
cuesta creerlo, por poco que se sepa de la realidad venezolana de este siglo.
“Enterramos a
mi madre con sus cosas: el vestido azul, los zapatos negros sin cuñas y las
gafas multifocales”.
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