(1.111 pág.; Galaxia Gutemberg) (22; abril de 2022)
Este era el libro que quería repetir el pasado año, pero
no pudo ser, así que este año ha sido de los primeros, regalos aparte.
Estar leyendo este libro que trata de la invasión nazi en
Rusia mientras Rusia invadía Ucrania me ha hecho pensar en la paradoja de
defenderse frente a una nación invasora a ser ella la que invade, sobre todo
teniendo en cuenta que son naciones que han estado unidas el pasado siglo.
Si creyera que tendría algún significado, más allá de ser
un acto quijotesco, le enviaría este libro al Sr. Putin, no para que leyera las
atrocidades que los dirigentes soviéticos causaron a su pueblo, porque esto él
ya lo sabe muy bien, sino para refrescarle la memoria de cuando fue invadido su
pueblo, en cómo resistieron y en cómo las gentes más humildes se entregaron a
fin de defender su patria y así, de esta manera, quizá entendiera que el pueblo
del que nació la gran Rusia también se defenderá, como hicieron sus abuelos, y
como están haciendo ellos mismos.
Aquí está el breve apunte que hice de este libro hace
trece años y que espero poder volverlo a leer: https://autobiografialectora.blogspot.com/2010/12/vasili-grossman-vida-y-destino.html.
Aunque no es de lectura fácil, decenas de personajes con
nombres rusos y sus patronímicos, su lectura es imprescindible para apreciar lo
que representó la aplicación del comunismo en manos de Lenin y, sobre todo, de
Stalin, cuando dejó de imperar el mínimo sentido común. Ahora ha vuelto a
suceder, pero la falta de ese tan poco común sentido, ha partido de la propia
Rusia, en la que su máximo dirigente ha decidido resucitar al que dio pie a
esta novela: Hitler, y así es como pasará a la historia Putin, como otro
invasor que cayó cuando perdió la inútil guerra que había emprendido.
““¿De qué materia está hecho tu caparazón?”, pregunté a la
tortuga, y ella me contestó: “De miedos acumulados”. ¡En el mundo no hay nada
más sólido!”
Tercera parte, capítulo 6
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