(545 pág.; Acantilado) (23; abril de 2022)
Este fue el libro que compré para mí el Día del Libro de
2020 y, por esas circunstancias del extraño orden de lectura que llevo, ha
coincidido con Quemar libros y Vida y destino, es decir, que
estoy hipersensibilizado con la falta de humanidad de la mal llamada Humanidad.
Zweig es un autor del que ya he leído cuatro obras que
considero imprescindibles y que es el autor del que, desde febrero, leeré un
libro por cada diez leídos, por lo que tendré un buen conocimiento de su obra
y, como estoy seguro, me lo pasaré muy bien… a pesar de que pueda ser una
lectura que te haga pensar que seguimos aquí porque aún no hemos dado en cómo
acabar con nosotros mismos, pero que no desistiremos hasta encontrar la manera
de conseguirlo.
En estas Memorias de un europeo, escritas casi al
final de su vida, nos relata el tiempo que le tocó vivir, los pensamientos que
iba teniendo a la vista de los acontecimientos tan importantes que sucedieron
y, sin embargo, no nos cuenta nada de su vida personal que no sea hablar de
literatura, encuentros con personas que todos conocemos (y muchas de las que no
habíamos oído hablar y que son tan importantes como las anteriores), de las
circunstancias que abocaron a Europa a irse configurando tal y como era antes
de la mitad del siglo pasado, pues él no llegó a conocerlo posteriormente, y el
mundo siguió y siguió cambiando por las guerras, las ambiciones y las avaricias
de los países que conforman este pequeño y combativo continente.
Es un libro de Historia que debería ser de lectura
obligatoria para aprender esta materia tan importante disfrutando de los
entresijos de la misma con la prosa cuidada y elegante de este magnífico
escritor.
“Jamás me he dado tanta
importancia como para sentir la tentación de contar a otros la historia de mi
vida.”
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