sábado, 11 de diciembre de 2021

Javier Marías: Tomás Nevinson (**/***)

(680 pág.; Alfaguara)             (47; noviembre de 2021)

Este libro lo había leído Marisol y le aconsejó a Anna que me lo regalara por el día del padre y me alegro porque Marías es un autor que me gusta, aunque no es fácil de leer si él decide escribir una novela y volcar en ella todo lo que piensa sobre un asunto. Y este libro es un buen ejemplo: casi setecientas páginas que parecen mil.

Según el autor, y debe tener razón pues es su obra, esta novela no es la continuación de Berta Isla, pero lo cierto es que tanto el personaje que da título a la novela, como algunos más, también salen en la primera. El Tomás de la portada, ya retirado del servicio activo, es requerido por su anterior jefe para que localice a una antigua etarra y miembro del IRA también. Esto le da pie a Marías para bucear entre las noticias de atentados entre las décadas de los setenta a noventa e ir presentándolas para ser el andamio sobre el que edifica su historia de ficción.

La ficción de la historia es mucho menor que sus disquisiciones sobre lo sucedido y los atentados, lo que convierte su lectura en algo bastante arduo; quiero decir, que no es una historia que pueda leerse sin más, sino que Marías hace de ella una de sus columnas de El País, dedicada exclusivamente al terrorismo. Algunos de los nombres de los personajes son bastante curiosos, casi diría que inverosímiles. Alguna razón escondida pudiera haber.

Mientras iba leyendo el libro pensaba en Pamuk, sus novelas me gustan y creo que gustan en general, pero no se ahorra ninguna página. Su museo es una buena muestra de ello. Marías acabará ganando el Nobel (que se lo merece), aunque solo sea por similitud con este reconocido autor.





“Yo fui educado a la antigua, y nunca creí que me fueran a ordenar un día que matara a una mujer.”



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