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pág.; Alfaguara) (9;
abril de 2020)
Tal y como dije e hice el pasado año, leo por segunda vez
este libro, más de diez años de cuando lo leí por vez primera. No sé si por las
especiales circunstancias en las que estamos inmersos o por otras causas que
desconozco, me ha costado más leerlo de lo que me esperaba, no porque no me
pareciera interesante o entretenido, que lo es y mucho, sino que quizá al leerlo a
través de un lector las notas a pie de página están yendo y viniendo, es decir,
que no están al pie, por lo que no paras de dejar la página y volver a ella en
otra posición y hay unas cincuenta notas por capítulo y estos son setenta y
cuatro. Dejo para alguien interesado en la aritmética que calcule cuántas notas
son, aproximadamente.
Lo que sí es exacto es que este libro es de un ingenio
maravilloso, pues no solo cuenta la historia de un loco cuerdo y su criado,
sino que las situaciones a las que se les enfrenta están llenas de imaginación
y entretenimiento, tanto para los protagonistas secundarios, que son quienes
las idean, como para los lectores; además, todo ello viene trufado de la
sabiduría tanto de Don Quijote como de Sancho, pues los dos tienen frases,
consejas y dichos como no se encontrarán en otros libros.
Me faltaba un buen tercio cuando decidí terminarlo en un
par de sentadas y lo disfruté mucho más que hasta ese momento y me imbuí tanto
de la situación de Don Quijote que llegado el final del libro me entristeció (a
pesar de que tenga cuatro siglos de vida, para los que no lo han leído su final
es tan ignoto como para sus primeros lectores).
No es mi
intención acabar aquí mi aventura con este caballero andante, sino que de aquí
a nueve años ya tengo anotada la lectura del primer libro, al fin y al cabo, el
libro ya lo tengo y lo único que necesito es tiempo y eso, si estoy para
entonces, será algo de lo que más tendré.
“Todo hartazgo es malo,
pero el de pan es malísimo.” Un médico. XLVII
“Sé padre de las virtudes
y padrastro de los vicios.” Don
Quijote. LI
“Nací para vivir muriendo
y tú para morir comiendo.” Don
Quijote LIX