(350 pág.; Aguilar) (53; noviembre de
2018)
Cuarta y penúltima etapa de este largo libro. Las tradiciones
hablan del Perú independiente y republicano, pero las últimas escritas son
bastante flojas o poco interesantes. Luego dedica ochenta páginas a la
Inquisición en Lima y hace un detallado listado con nombres y apellidos de
ajusticiados, condenados y los pocos que se libraron sin un rasguño. A
continuación habla de la bohemia de su tiempo y de los recuerdos de los meses
que estuvo en España durante los festejos conmemorativos del cuarto siglo del
descubrimiento. Qué capacidad para hablar bien de todos los que conoció (en
cualquiera de los dos capítulos) y no repetirse. Deja rasgos de la división de
sexos del siglo XIX: la mujer podía ser poeta antes que literata comprometida, pero
ni hablar de dedicarse a la política el bello sexo, pues “qué harían entonces
los hombres”. Por último hay más de trescientas palabras que no consiguió que
la Academia se las aceptara cuando estuvo en sus sesiones. He disfrutado de lo
lindo leyendo las definiciones y voy a sorprender a más de uno con una muestra
de las palabras que no figuraban en el diccionario: adjuntar, bienintencionado,
cantimplora, democratizar, editorial, finanzas, hospitalizar, ictiología,
linchar, mataperros, nacionalización, orfebre, presupuestar, etc.
El ejemplo de las palabras anteriores me sirve para traer
a colación que cuando lo leí saliendo de mi adolescencia, y teniendo en cuenta
la cantidad de americanismos que hay en el libro, se me ocurrió hacerme un
diccionario de las que no entendía. Aún guardo el bloc donde las anoté y
numeré: hay seiscientas cuarenta y una. Las definiciones las obtenía de la Enciclopedia
Universal Sopena, que ya había utilizado en Perú para resolver los crucigramas
de los sábados. Tanto la usé hasta entonces que, a pesar de no haberla visto en
más de cuarenta años, aún recuerdo de qué palabra a cual otra iba cada uno de
los nueve tomos (a Marisol le hace mucha gracia esto, sobre todo por la poca
memoria que tengo). Mi gusto por coleccionar palabras (es de las aficiones más
baratas que hay) se reprodujo con las dos mil seiscientas sesenta y seis que
tiene otro blog de mi autoría.
“El lunes 31 de diciembre
de 1877 los habitantes de Lima gozaron de un espectáculo nuevo para la gente de
la generación actual que no ha tenido oportunidad de salir fuera del radio de
la ciudad.”
Truenos en Lima
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