(327 pág.; Tusquets) (38;
junio de 2015)
Después de la absorbente Leonora me toca un autor nuevo de nuestra biblioteca y, mira por
donde, la suerte se alía y leo el primero del inspector Jaritos.
Márkaris construye a este inspector como una persona
normal, sin una inteligencia privilegiada, con un léxico de la calle y su
historia, que comienza con un asesinato “sin importancia”, se convierte en un
caso internacional de trata de órganos y de niños, y está lo suficientemente
bien explicada y trenzada como para que el interés por la lectura vaya in crescendo, además de ir dando pistas
de cómo es la sociedad griega.
Seguro que literariamente es un libro menor, pero
adscrito a lo que trata de ser, una novela de intriga, es interesante y
entretenida, de ahí mi consejo de que se lea, sobre todo después de la
anterior.
“Cada
mañana, a las nueve, nos observamos.”
eBook: perfecto.