(733 + 93 pág.; Planeta) (37;
junio de 2013)
Después de leer un buen libro me
apetece leer otro del mismo autor, pero en aras de la diversidad y de no leer
sólo autores que ya sé que me gustarán me obligo a ponerlo en la lista de
autores a repetir. En esta ocasión, no sólo repetiría la autora sino que
seguiría leyendo la saga que se iniciaba en este libro, y eso que son seis
libros cercanos al millar de hojas cada uno.
Mientras lo iba leyendo pensaba que
debería tomar notas para poder hacer una buena descripción de la trama, de
algunas, ¡qué digo algunas!, de las muchas cosas que desconocía y me han
sorprendido (por ejemplo, la invención del papel), de cómo cuenta una historia
ocurrida hace más de dos mil años de forma que consigue hacer que participes de
los sucesos que acontecen.
En este libro, que ocupa unos cien
años antes del nacimiento de César, explica cómo Cayo Mario se hace con el
poder en Roma, a pesar de no ser de la nobleza y lo hace combinando capítulos
en los que se describe la vida diaria en Roma, con otros que hablan de cómo se
planteó la defensa de la ciudad frente a los ataques de los bárbaros; en otros
conocemos la vida política de la que era la capital del mundo occidental y las
diversas elecciones que existían, las relaciones sociales y formas de
matrimonio, etc., etc., etc.; y esto sin aburrir ni un ápice al lector. Son
entretenidas hasta las 93 páginas del apéndice en el que explica o aclara
conceptos que aparecen en la novela o razona el porqué de las opiniones que ha
vertido en ella. ¡Fantástica!
“No teniendo ningún compromiso personal
con los dos nuevos cónsules, Cayo Julio César y sus hijos se limitaron a unirse
al cortejo que se iniciaba muy cerca de su casa; era el séquito del primer
cónsul Marco Minucio Rufo.”
eBook: correcto, con todas las
notas al final del libro, pero sin los dibujos de la autora.