(248 pág.;
leídas 42; eBook) (46;
septiembre de 2012)
A mi joven
amigo Otger le han regalado un eBook de la casa Fnac y me preguntó si le podía
conseguir este libro. Como lo hice, lo puse en la cola de las novedades, pues
nunca había leído una obra de Salgari y tenía entendido que era un escritor de
la talla de Verne.
Ahora había
llegado su momento, ¡pero pasó como una exhalación! Quise aguantar hasta la
mitad, pero lo habría dejado en el primer capítulo. No describe nada, sólo
adjetiva y suelta testosterona como un avión a chorro sus gases. Deleznable,
literariamente hablando.
Tanto es
así, que he pensado escribir un párrafo con su estilo (no pongo comillas, pues sale
de mi teclado): En la salvaje isla de Mompracem tenían sus tugurios los famosos
y siniestros piratas conocidos por sus deseos de lucha. El más peligroso de
ellos era su jefe, el sanguinario Sandokán, que viendo a sus hombres divertirse
y deseando salir a atacar a un barco que se aproximaba, salió de su cueva y con
su temible voz grito: “¡¡Tigrecitos!!”
El
entrecomillado final es de Salgari. Después de leer la misma expresión en varias
ocasiones, me pregunté en qué condiciones escribía este hombre y lo dejé.
“En la noche del 20 de
diciembre de 1849 un violentísimo huracán azotaba a Mompracem, isla salvaje de
siniestra fama, guarida de temibles piratas situada en el mar de la Malasia, a
pocos centenares de kilómetros de las costas occidentales de Borneo.”
eBook: encontré el libro en www.librodot.com
y después de convertirlo un par de veces utilizando Calibre, desaparecieron las
bastantes líneas en blanco.