(558 pág.; Planeta) (15;
mayo de 2014)
Después de leer Guerra
y paz estaba previsto coger un libro de los que tenemos en casa de un autor
que aún no hubiera leído… y le tocó a este que habla de la historia de los
incas, los aymaras y sus lenguas, pero no hace falta decirlo, sin la
profundidad de Tolstói, lo que me ha servido para relajarme y pasar unos días
agradables leyendo algo sin tanta enjundia.
Aunque al principio de la historia aparece la sempiterna
informática que te permite, en muy poco tiempo, saber de algo más que los que
llevan tiempo estudiándolo, y que hay un momento hacia la mitad de la novela
que se me hizo un tanto premioso, esta historia se lee de un tirón y te
entretiene, que no es despreciable y, si me apuras, te puede interesar el tema
de la lengua aymara y, gracias a la informática, enterarte un poco más de qué
va eso. Aunque parece que la novela está bien documentada.
En resumidas cuentas, un libro de aventuras que nace en
Barcelona y que lleva a tres informáticos y a una catedrática de Antropología especialista
en los indios de Sudamérica a cruzar el Atlántico y plantarse en Bolivia a la
búsqueda de un antídoto para una enfermedad que resulta incurable con los
conocimientos del siglo XXI. Irreprochablemente entretenida.
“El
problema que yo apenas vislumbraba aquella tarde mientras permanecía de pie,
inmóvil entre el polvo, las sombras y los olores de aquel viejo y cerrado
edificio, era que ser un urbanícola progresista, escéptico y tecnológicamente
desarrollado de principios del siglo XXI me incapacitaba para tomar en
consideración cualquier cosa que quedara fuera del ámbito de los cinco
sentidos.”
eBook: correcto.