(374 pág.; Alianza) (70;
noviembre de 2016)
Después de leer una cuarta parte de Las mil y una noches, y a fin de
respirar un poco otro ambiente, leo este libro. El hermano de Lawrence, autor
de un famoso Cuarteto, nos explica
los cinco años que pasaron en Corfú sus hermanos y su madre, con muchas
anécdotas de ellos y sus caracteres, de los habitantes de la isla y, sobre
todo, de la zoología que se puede encontrar en ella. La familia Durrell no es
una familia que podríamos encontrar en cualquier escalera de vecinos, pero organizada
y bien orientada, a su manera. Hay escenas para troncharse de risa, pero en
general el autor describe sus vivencias y sobre todo su ansia de conocimientos por
el mundo animal.
Y esto último es lo que puede hacer
que más de un lector pueda aburrirse con este libro, pues no todo el mundo
siente el mismo interés por tanto bicho como encuentra el pequeño Gerry en
Corfú ni, sobre todo, gusto por los insectos y sus costumbres. No deja de
impresionar que alguien de diez años de edad pueda ser tan observador y
conocedor de un mundo por el que los humanos de a pie pasamos por encima sin
apercibirnos… salvo cuando nos pican.
“Esta es la
historia de cinco años que mi familia y yo pasamos en la isla griega de Corfú.”